Octubre 25 de 2016

 

Tienes una vivienda vacía y has decido ponerla en alquiler pero ahora estás dudando entre poner tu piso en vacío o con muebles. Vamos a repasar las ventajas y desventajas de cada opción, y dar algunas recomendaciones para que puedas tomar la mejor decisión.

 

Las ventajas de alquilar con muebles

¿A qué nos referimos cuándo hablamos de alquilar un piso amueblado? En España, por regla general no se alquilan viviendas totalmente vacías. Las viviendas amuebladas, como indica su nombre, además de contar con la instalación de la cocina y el baño, están equipadas con mobiliario como cama, sofá, mesa, sillas y otros complementos habituales en una casa.

1. ¿Más rentabilidad?

En teoría, alquilar un piso amueblado debería ser algo más rentable que alquilarlo vacío, principalmente porque puedes pedir un precio de alquiler más alto cuando la casa está totalmente equipada. El incremento del alquiler multiplicado por la vida útil de los muebles, debe ser mayor al coste de los muebles para que realmente este tipo de alquiler sea más rentable.

Esto dependerá bastante del mercado. En una zona con precios relativamente altos y poca oferta, alquilar con muebles puede ser significativamente más rentable, porque el coste de los muebles será bajo comparado con el incremento relativo del alquiler. En cambio, en una zona con mucha oferta, los precios de los pisos vacíos y pisos amueblados tienden a asemejarse, por lo que alquilar con muebles puede llegar a ser menos rentable que sin ellos.

2. Combinar alquiler a largo plazo con alquiler temporal

Una de las ventajas de alquilar una vivienda amueblada es que se puede alquilar tanto a largo plazo como para estancias cortas. Incluso se pueden combinar ambas opciones, especialmente en ciudades turísticas. Por ejemplo, en una ciudad costera se puede alquilar la casa a estudiantes durante los meses de octubre a junio, y a turistas de julio a septiembre. Como los alquileres son muy altos en verano, se puede llegar a conseguir una gran rentabilidad para la vivienda. Esta opción solo es viable si alquilamos nuestra casa amueblada.

También existe la posibilidad de alquilar únicamente a corto plazo, usando algunos de los servicios online que existen en la actualidad, siempre cumpliendo con la normativa nacional y local. Alquilar por noches es más rentable, pero solo si se consigue una buena ocupación. No hay que olvidar el trabajo extra de limpieza y acogida de cada huésped.

3. Un tipo de vivienda más atractiva para ciertos inquilinos

Ciertos grupos de inquilinos buscan alquilar una vivienda amueblada porque necesitan flexibilidad y buscan evitar equiparla con muebles. Dentro de esos grupos están las personas desplazadas por trabajo (expatriados incluidos) y los estudiantes. Esas dos categorías de arrendatarios presentan, por lo general, un riesgo de morosidad menor. Los primeros porque tienen trabajo, y los segundos porque suelen estar avalados por sus padres, además de compartir el alquiler entre varios compañeros, lo que reduce el riesgo de impago.


 

Los inconvenientes de alquilar con muebles

1. Más incidencias

El tener muebles y equipos en la casa implica que estos puedan deteriorarse, romperse o suponer cualquier otro tipo de problema. Como el propietario se tiene que hacer cargo de todo lo que ha habilitado en la vivienda, normalmente los pisos amueblados suponen tener que responder a más solicitudes por parte de los inquilinos a la hora de solventar pequeñas incidencias.

2. Amueblar y cambiar los muebles

Antes de poner la vivienda en alquiler, obviamente hay que amueblarla. Y cuando vaya pasando el tiempo, habrá que renovar esos muebles. Según expertos del mercado inmobiliario, la vida útil de los muebles suele ser de unos 7 años, aunque evidentemente dependerá mucho del cuidado que tengan los inquilinos

3. Alquileres más cortos

Muchos de los inquilinos que buscan una casa amueblada no quieren quedarse durante mucho tiempo, lo que tiene como consecuencia que los alquileres sean más cortos, obligando al propietario a buscar nuevos inquilinos con cierta frecuencia. Esto puede suponer semanas sin ingresos, y en el caso de usar agencias inmobiliarias como intermediarios, mayores costes anuales.

4. Los riesgos de alquilar a estudiantes

Comentábamos antes que alquilar a estudiantes suele presentar cierta garantía contra la morosidad, pero también tiene sus riesgos. Evidentemente, depende mucho de las personas que se alojen en la casa, pero es muy difícil conocer a un inquilino en los pocos minutos en los que se le enseña el piso o se firma el contrato.

Algunos estudiantes son muy cuidadosos, otros son inquilinos estándares y otros, por desgracia, tienen poco cuidado con la vivienda, su mobiliario y acabado. Además, pueden organizar fiestas y molestar a los vecinos, lo que indirectamente puede repercutir en la relación del propietario con la comunidad de vecinos.

Ventajas e inconvenientes de alquilar sin muebles

Como hemos visto anteriormente, muchas de las ventajas relativas de alquilar sin muebles son los inconvenientes de alquilar un piso amueblado y viceversa. Por esta razón, a continuación hablaremos de esos puntos de una forma menos detallada.

1. Alquileres más largos

Las personas que alquilan una vivienda sin amueblar, llevan su propio mobiliario o invierten en uno nuevo. Por este motivo, se puede presuponer que no tienen mucho interés en mudarse rápido, sino todo lo contrario:  suelen ser inquilinos que se quedan más tiempo.


 

2. Menos molestias

Al no tener muebles hay menos incidencias y menos riesgo de destrozos (al menos en teoría). Como los alquileres son más largos, la búsqueda de un nuevo inquilino es menos frecuente. Todo esto implica menos molestias para el propietario.

3. Menos riesgo de alojar a “morosos profesionales”

Antes comentábamos que alquilar una vivienda amueblada a personas desplazadas por trabajo o estudiantes garantiza el cobro del alquiler con más seguridad. Pero hay personas que buscan pisos amueblados porque no tienen dinero para comprar los muebles ni muchos ingresos. Este perfil de inquilino puede presentar un mayor riesgo de morosidad. Incluso hay un pequeño grupo que preocupa mucho a los propietarios: los morosos “profesionales”, es decir, aquellos que aprovechan la lentitud del sistema judicial para quedarse en casas ajenas sin pagar. Alquilar sin muebles puede ser una forma de evitar este grupo, que no suele molestarse en comprar sus propios muebles.

4. Menos rentabilidad y menos facilidad para alquilar

Aunque depende de los casos, por lo general no se puede demandar el mismo importe de alquiler para una vivienda vacía que para una amueblada. Alquilar una vivienda vacía implica una rentabilidad menor para el propietario.

También es más difícil alquilar una casa sin muebles, porque muchos inquilinos se frenan cuando piensan en lo que van a tener que invertir en equipar la casa.

Algunos consejos para alquilar con muebles

  • Invierte algo en muebles, no cometas el error de recolocar en el piso de alquiler todos los muebles que te sobren de otras viviendas. La imagen importa mucho. Si amueblas tu vivienda con un equipamiento de aspecto moderno, podrás pedir un alquiler significativamente más alto que si tu casa parece desfasada.

 

  • Ten flexibilidad. Aunque tengas pensado alquilar tu casa con muebles, si el perfil del inquilino te gusta, deberías valorar la posibilidad de retirar los muebles (guardarlos en un trastero no es tan caro). También al contrario, si alquilas vacío y tienes un inquilino interesante que te pide que compres los muebles, deberías considerarlo siempre que garantices por contrato que tu inquilino permanezca en la vivienda un mínimo de tiempo, para asegurar que tu inversión sí mereció la pena.

 

(autor Antoine Kerfant citado de www.cuentafacto.es)


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